jueves, 17 de diciembre de 2015

Restaurante Brel en El Campello


Siguiendo el rezo de La Sirena, despedimos el 2015 con el restaurante Brel en El Campello. Desde 1986 que abrió sus puertas en el paseo de la playa como pizzería/trattoría, su concepto de negocio dio un giro en 2014, renovando no solo sus instalaciones sino también su oferta gastronómica en manos de la nueva generación familiar, que viene pisando fuerte. En este caso, Christian y Cuki, quienes siguen en el negocio, han pasado el relevo a su hijo y a su nuera, Gregory Rome y Pamela Romero; depositando toda su confianza en sus nuevas propuestas, que amplían la oferta de platos y postres.


Entre las innovaciones que ofrece Brel, destaca su “Mesa Cero” by Gregory Rome. Una barra situada en la cocina, donde se puede disfrutar del menú degustación previa reserva (acotado con solo 23 pases este año).
La atención por parte de Christian y Jordi Rome, responsable de la sala, fue muy cordial y abierta. El trato fue el correcto, más si cabe, al presentarnos sin reserva, en hora punta y con el salón lleno.

¡Comenzamos!

Croquetas reggiano. Elaboradas con parmesano y leche de oveja son presentadas en una sartén freidora y envueltas en un papel que simula el periódico The New York Times. Crujientes por fuera y suaves por dentro. Recomendables para abrir boca.






Helado de foie a la brasa. Consta de un helado de foie hecho a la brasa, gel de naranja sanguina, kikos y un cucurucho de sésamo. La presentación del plato es original y el sabor excelente. Si bien peca de un exceso de Mr. Corn (kikos).






Mejillones al Brel. Mejillones cocinados al vapor con apio, cebolla, puerro, zanahoria y nata. Este plato, aparentemente sencillo nos resultó más que exquisito. Los contrastes de sabores y esencias dulce, picante y salado que se entrelazan en el paladar entre texturas marinas, suaves y resbaladizas con verduras al punto de vapor es un juego caliente que deleita en boca. Totalmente recomendado.





De las nuevas propuestas presentadas en Gastrónoma 2015, degustamos algunas entradas cuya inspiración se deben al último viaje de Gregory a Tailandia, del cual saca sus propias interpretaciones con los productos de aquí (de km 0).

Piruleta de pollo: pollo confitado a baja temperatura, con un poco de verduras, sal y pimienta. Después, va empanado en kikos, galletas y un mix de frutos secos realizado por el chef, todo sofrito y envuelto finalmente en algodón de azucar, espolvoreado de cayena y curry que aporta un toque picante.




Bocadillo de panceta: un pan de arroz al vapor con berenjena asada para cortar la grasa de la panceta, que viene confitada con un aceite de pasas, troceada y terminada con un salsa de satay, canela, anís, cebolla, ajo y curry rojo, deliciosamente adornado con un buquet de brotes de escarola, endivia, cilantro y aliñado con aceite de albahaca para romper con la grasa.






Setas a la brasa, con tres tipos de seta: níscalo, lengua de vaca y pie azul. Simplemente al horno de brasa, con miel de algarroba y terminado con un cristal de flores desidratadas y laminado de trufa.
Un plato exquisito.




Entre las ensaladas, nos recomendaron el Huevo marmolado con saltinfinguer, maíz, kikos, enokis, canónigos, espinacas, cebolla y rúcula. En general, predominaba la rúcula y el aroma (a Kikos) lo hacía muy apetecible. El huevo marmolado tenía un tono morado (pasado por agua y remolacha). Concluimos que era un plato más vistoso que sabroso.




Pizza a la brasa, de tomate, queso, rosbeaf, vinagreta de mostaza, parmesano en escamas y rúcula. Esta pizza se sirve con una campana, de la que se libera una vez es servida en la mesa. En verdad, está pizza está cocinada al horno, pero el color ennegrecido de la masa ha sido conseguido, al implementar en ella tinta de calamar. De esta forma, la pizza tiene una presentación braseada, conseguida y excelente, tanto en aroma como en sabor.




Otro de los nuevos platos que ofrece Brel, totalmente recomendado es su Lasaña de vaca vieja, elaborada con carne de vaca vieja de primera calidad, con la que realiza una especie de salsa boloñesa con retoques particulares, con una bechamel de estilo propio y torta de la cueva, kikos, aceite y rúcula para aligerar el bocado. Totalmente recomendada.



En conclusión, Brel merece por supuesto nuestra recomendación. De momento, responderemos a aquella súplica que reza  Ne me quitte pas  de Jacques Brel, cantante belga cuyo apellido inspiró el nombre de este restaurante, y no los abandonaremos ;)

Información y calificación
Reservas: 965 63 07 01
Precio medio/persona: 40 €

Baños: 7
Trato: 8
Ambiente: 9

Sin duda, volveremos y, si es posible, para degustar el menú  en la "Mesa Cero".

Nos despedimos hasta el próximo año, para el que tenemos preparado nuevos rezos que nos llevarán a diferentes cocinas, cada una con un encanto particular para compartir con la familia, pareja, amigos o con quien os plazca. Hasta entonces, os deseamos unas felices fiestas. Hasta el año que viene.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Los nuevos platos del Restaurante La Sirena en Petrel presentados en Gastrónoma 2015



 “Del barco de pescadores a la cocina de diseño”, ponencia de Mari Carmen Vélez  de La Sirena, Petrer.


El pasado lunes 16 de noviembre, Mari Carmen Vélez presentó en Gastrónoma algunos de los nuevos platos que se incorporarán próximamente en la carta de La Sirena (Petrer). Inspirada en la experiencia de su niñez, la chef ha reinterpretado algunos platos míticos que, durante su infancia, cocinaban aquellos que le infundieron la pasión por la cocina ―especialmente su abuelo y su madre―.  De este modo, nos trasporta a los sabores de antaño, al “arroz negro con calamares”, a la “sopa de pescado con patata, tomate y cebolla”, a las tradicionales “gambas al ajillo”, etc. Pero con las técnicas y la sofisticación de la alta cocina de hoy en día.



Del equipo de La Sirena, Juan Ra se encargó de presentar la innovadora interpretación del arroz negro con calamares, cuya base consistía en arroz sénia, un fresco calamar de la bahía marcado en plancha y papel de tinta, conseguidos a partir de arroz triturado y tinta de calamar, que dota de altura al plato. Otros ingredientes son Xantana, aceite carbonizado con sabor a parrilla, polvo de limón y sal hawaiana.


Juan Ma se encargó de la interpretación de la sopa de pescado con patata, tomate y cebolla. La base de este plato es un caldo de pescado con todos los ingredientes y una pescadilla que no está ni tostada ni asada ni hervida. Los diferentes ingredientes son presentados en distintas texturas y temperaturas, elaborados previamente. Una suculenta crema de cebolla, a la que también se le añade una cebolla francesa osmotizada haciendo un leve crujiente torradito. El tomate es presentado en polvo, seco y también un tomate cherry pasado por plancha. La patata resplandece en forma de caviar y perlas. Y finalmente, el plato es decorado con cristal de ajo y patata, y algunos berros.


Juan Carlos nos ofreció una alegoría de gambas al ajillo, un plato frío elaborado en forma de tartar con gamba fresca picada, a la que se le añade sal en escamas que ofrece el efecto crunch, frambuesa picada, cinco pimientas, sésamo blanco, flores de capuchina que dota al tartar de un leve picante sutil de mostaza, lima para casar con la frambuesa, jengibre fresco, puré de frambuesas, salsa de ostras que brinda un tono acidulado y aceite de las cabezas de gambas. La presentación es espectacular. Un pan de base (crumble), con una cucharada de terciopelo de gamba, elaborado a partir de las cabezas de gambas; polvo de aceite; sólido de cava con infusión de capuchina, frambuesa liofilizada, lima, flor de ajo y pétalos de capuchina, que aparte de dotar de belleza al plato, le aporta un sabor peculiar.
 
Juan Ma volvió a lucirse presentándonos otro plato, ya de forma breve por falta de tiempo. Un escabeche de canaillas y ostras, con grosellas y granadas







Y para finalizar, dieron a degustar  al público unos deliciosos chicharrones de gambusines.
 

 

No nos cabe duda de que estos platos realzan más, si cabe, la suntuosidad que caracteriza a la cocina de este noble restaurante. Pronto iremos en persona para saborearlos. ¡Prometido!

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Visitamos al Cocinero del Año, restaurante Rufete y Baeza



Siguiendo el rezo de Paco de Ca L’Angels, nos dirigimos a Rufete y Baeza, restaurante situado en Avda. Ansaldo, 31, (paralela a Miriam Blasco), en Playa San Juan de Alicante. 


El restaurante abrió sus puertas en 2012, destacando su concepto de cocina mediterránea y consumo de productos de mercado. Desde entonces, se ha apreciado un impulso de superación, intentando escalar de categoría. Una iniciativa plausible y motivada, muy probablemente, por el galardón que obtuvo el chef dueño del restaurante, Joaquín Baeza Rufete, ganador de la quinta edición del concurso Cocinero del Año en 2014. Sin embargo, el cambio, al parecer, no ha podido efecturase a todos los niveles. En realidad, la falta de espacio en el interior del restaurante, con solo una mesa situada justo al lado de la puerta, obliga a que ocupes alguna de las mesas de la “terraza”, delimitada por toldos de plástico que, al menos por la noche, acusa de una mala iluminación. Pero lo más sorprendente es que un restaurante con ínfulas de coronar, presente la carta en un simple folio impreso, dando la sensación de estar en un bautizo o una boda.  Esto, acompañado de los pocos comensales que ocupaban tres mesas más, ya vaticinaba lo que nos esperaba…





La recepción fue más bien fría, percibiendo pocas ganas de “deleitarte” con el menú.Sin embargo, durante la cena, el trato y el servicio fueron correctos, sobre todo por parte de María, la maître suplente, a la que perdonamos su falta de experiencia, así como que no nos ofreciera un maridaje de vinos para los platos que nos aconsejó.




¡Comenzamos!

Nos dieron la bienvenida con una piel de bacalao con pimentón picante y con una mini pizza de queso zamorano y algas, y al centro una mayonesa de soja y cítricos. La corteza nos sorprendió gratamente. Sin embargo, el sabor de la minipizza era demasiado explícito y excesivamente condimentado. 





Biscuit helado de foie con manzana ácida y anguila   
(V Semifinal COCINERO DEL AÑO)

Un plato homenaje a la terrina de Foie de Martín Berasategui.  La base es un helado de foie, cubierto de tierra de vainilla salada, manzana ácida, anguila ahumada y reducción de Pedro Ximénez. El sabor de la manzana ácida, que en cualquier otro plato le hubiese dado solo una sutil acidez, en esta ocasión, la cantidad excesiva anulaba casi por completo el sabor de la anguila y del foie, no consiguiendo crear una continuidad en los sabores. Aceptable.





 Mini burguer de atún rojo con cebolla caramelizada y aire de wasaby
En principio, el plato tenía todos los componentes para disfrutarlo, pero todo lo contrario. El atún estaba excesivamente hecho, ponderación de cebolla, con dudas del caramelizado y el aire de wasaby, en este plato, es eso… Aire. De nuevo, el exceso de uno de los ingredientes, anulaba el contraste de sabores. Poco equilibrio.
Coca de aceite de oliva con carrillera de atún rojo y tartar de verdura
La mini burguer compartía plato con esta coca, muy seca y corriente, al igual que el atún rojo. A nuestro parecer, la verdura da vistosidad al plato, pero no conjuga bien los sabores. En definitiva, muy mejorable.




Huevo negro 
(V COCINERO DEL AÑO 2014/16)
Yema de huevo con sal negra y clara compuesta por un guiso de bacalao, ajo negro, patata, eneldo, migas de pan y angula vegetal- enoki- (seta japonesa). Este plato prometía, pero la presentación sobre un plato negro, ya anunciaba la falta de “arte”. La textura era muy densa, tanto que la yema del huevo no se mezclaba con el resto del fluido. La apariencia era más la de un “chapapote” que la de un guiso, al igual que la textura. El sabor nos recordaba al fondo de un arroz negro, (quizá por el caldo de bacalao), sin conseguir juego de texturas; aunque creando un sutil contraste de sabores con la exquisita angula vegetal, que además de dar un "poco" de color al plato, tenía muy buen sabor. En resumen, este plato nos decepcionó.



Bocata de pichón con arnadi de boniato  
(EVOLUCIÓN V COCINERO DEL AÑO)
Bocata de pechuga de pichón marcada a la plancha con romero y cocinada a 65º, con una base de ropa vieja de pichón y regado por el mismo caldo. Este plato fue el mejor. La dureza de la carne de caza, fusionada tenuemente con un exquisito pastel de boniato y calabaza, encerrado en un pan crujiente, salado y caliente en su justa medida. Sin duda alguna, el mejor bocado de la noche. Muy recomendable.





En esta ocasión, no quisimos seguir probando más platos o postres, ya que teníamos plena convicción de que no era lo que esperábamos. Si bien el impulso de cambio podía apreciarse en detalles tan sencillos como añadir manteles de tela y ofrecer cocina de autor, sirviendo en grandes platos raciones nimias, los bocados no nos resultaron tan "exquisitos" como se nos planteaban. 
Mientras tomábamos un licor, invitación de la casa, preguntamos por el chef y salió a conocernos. Tras la típica pregunta “¿Les ha gustado la cena?”, nuestras caras eran todo un poema, pero de los “épicos”. ¿Qué se supone que le tienes que contestar al “Cocinero del año”, cuando de siete bocados se han salvado dos y medio? Finalmente, decidimos ser totalmente sinceras. Joaquín se interesó en cada uno de los platos que habíamos pedido, (tres con premios) y nos sorprendió al decirnos que ¡él no nos los hubiese recomendado! Ciertamente, el maître habitual del local estaba de vacaciones y María lo estaba cubriendo, de manera que nos quedamos con este interrogante. 
No obstante, estamos invitadas a regresar otro día por interés expreso de Joaquín, para degustar otros platos que, esta vez sí, serán recomendación directa del chef.



Información y calificación
Precio medio por persona: 40€/45€
Teléfono:965 16 22 47

Baños:3
Trato: 7
Ambiente: 6

Nuestra intención es regresar para confirmar si realmente merece nuestra recomendación (o no).  Hasta entonces... ¿probaremos alguno de sus rezos?
Lo descubriremos en nuestra próxima entrada. 
Hasta pronto.

viernes, 30 de octubre de 2015

Restaurante Ca L'Angels en Polop

Av. Gabriel Miró, 12, 03520, Polop, Alicante


Nuestro primer destino recomendado nos ha llevado hasta Polop. El pueblo alicantino que ha pasado a la historia literaria, gracias al poeta que da nombre a la calle en la que se ubica el  Restaurante Ca L'Angels.



La simplicidad de su fachada exterior contrasta con una delicada decoración de interiores, en la que todavía permanece la esencia de las casas burguesas del primer tercio del siglo XX. Construida en 1923 por el bisabuelo de Paco, actual propietario del restaurante, y remodelada sutilmente, abrió sus puertas como Ca L'Angels en 1988. La sala principal del restaurante se conserva en el antiguo comedor de la casa, donde permanecen inmutables al paso del tiempo, tanto las vigas originales de madera que recorren sus techos como los salpicados colores de los mosaicos que cubren sus suelos. Los estantes de las restauradas alacenas han sido deliciosamente decorados con mantelería y puntilla, dotando al ambiente de una exquisita sensibilidad en el más mínimo de los detalles. Las alcobas de la casa se han convertido en reservados en los que disfrutar de una comida familiar o de negocios, pero en un espacio íntimo y hogareño.

Un lugar donde saben deleitarte con un trato exquisito, un servicio impecable y un amor por el arte culinario, en el que Paco mezcla la creatividad con la cocina tradicional, creando bases y texturas inimaginables.


¿Qué comimos?

Dos entrantes inesperados:



Tostaditas con aceite de oliva e higos



Suculenta crema de calabaza de temporada, en la que el contraste dulce-salado salpicado de ralladura de trufa en cubierta fue toda una delicia para abrir boca.



Dos entrantes recomendados:




Escalivada de capellán, con rúcula rota con los dedos, aceitunas partidas y col tintada de remolacha. En boca fue superagradable, melosa, suave y con tintes ahumados.





 
Mincho de tomate seco y huevos de codorniz. Compuesto por una masa de harina y agua escaldada, crujiente por fuera y esponjosa por dentro, rellena de tomate y acelgas. Acompañada de una base de tomate seco con huevos de codorniz salpicado de pimentón. Sorprendentemente suave en boca y ligero en el estómago.





Platos principales:
 
Olla de Blat con trigo ecológico. El trigo mantiene su cutícula, acompañado de zanahoria, morcilla y  manita de cerdo. Todo un marcado contraste de sabores y texturas. El trigo explota en boca, acompañado de la suavidad de las verduras; todo abrigado por la gelatina de las manitas de cerdo. Pero si eres de los que no les gusta las manitas, puedes disfrutar igualmente del plato, degustando el trigo y las verduras.






Chuletillas de cabritillo lechal con patatas y ajos tiernos. Suculentas y crujientes, pero manteniendo su textura dilatada. Esas chuletas nos obligaron a chuparnos los dedos con el consentimiento de Paco ;)












Las recomendaciones de Paco de Ca L'Angels las conoceréis en nuestra próxima entrada. 
Os esperamos. 

Información y calificaciones
http://calangels.net/
Precio medio por persona: 35/40 €

Baños: 6
Ambiente: 10
Trato: 10
Ca L'Angels merece nuestra recomendación
Gabriela Quirante
Montse Cárceles